jueves, 28 de junio de 2012

Mirador de Ordiales

Una de las aficiones de mi chico y mía, son las rutas de senderismo y montaña. En cuanto el tiempo nos lo permite, y no estamos muy cansados por el trabajo, cogemos a nuestros amigos y compañeros de ruta, M&M, y comenzamos la aventura.

Hace unos meses hicimos esta ruta, que para mi fue maravillosa, su paisaje y su historia lo dice todo.





Tiene su inicio en la Vega del Lago Enol, uno de los lagos de Covadonga, situado en el Parque Nacional de los Picos de Europa.

Lago Enol


La ruta transcurre por hermosos prados verdes, y durante el camino se ven multitud de cabañas de pastores.

Cabañas de pastores


La senda nos dirige al Pozo del Alemán.


Pozo del Alemán

La historia de este nombre proviene de Roberto Frassinelli, un alemán excéntrico y desinhibido, que se le recordó durante muchos años por revolcarse desnudo entre la nieve o tomando baños en un recodo de la Vega del Lago Enol.

Continuando el camino nos encontramos con la majada de la Vega La Piedra, característica por sus grandes bloques de piedra.

Vega La Piedra


El camino nos lleva hasta el Collado de la Gamonal y el regufio de Vegarredonda.

Refugio de Vegarredonda

El refugio es una construcción del año 1987, aunque anteriormente existía un pequeño refugio situado un poco más arriba que el actual, y que sirvió de Polvorín durante la Guerra Civil española.
Actualmente, consta de dos edificios con una capacidad total de 58 camas.

Aquí hicimos nuestra parada para comer unos bocadillos, un poco de chocolate y unos frutos secos, para reponer fuerzas.

Y finalmente llegamos al Mirador de Ordiales, lugar donde se respira aire puro, paz y tranquilidad, una sensación indescriptible.





Por esa paz y tranquilidad es donde se encuentran los restos mortales de Pedro Pidal y Bernaldo de Quirós, Marqués de Villaviciosa, polifacético personaje que desctacó en el mundo de la escalada, siendo el primer hombre en coronar el Naranjo de Bulnes (cima de 2.518 metros situada en los Picos de Europa) junto al pastor leonés Gregorio Pérez "El Cainejo". Su cuerpo fue llevado el 18 de septiembre de 1949, ocho años después de su muerte, por un grupo de amigos y montañeros.

Lápida de la tumba del Marqués de Villaviciosa


"Nosotros, enamorados del Parque Nacional de Covadonga, en él desearíamos vivir, morir y reposar, pero esto último, en Ordiales, en el reino encantado de los rebecos y de las águilas, allí donde conocimos la felicidad de los cielos y de la tierra, allí donde pasamos horas de admiración, emoción, ensueño y transporte inolvidables, allí donde adoramos a Dios en sus obras como Supremo Artífice, allí donde la Naturaleza se nos apareció verdaderamente como un templo".


Esta es mi Asturias, un paraíso natural...

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