jueves, 12 de julio de 2012

El silencio del mar

No sé si es porque he nacido y vivo en  una ciudad con un mar precioso... pero hay días que sólo me apetece escuchar el sonido de las olas y sentarme en la blanca arena viendo el horizonte y sonreir.

Hoy es uno de esos días...







El silencio del mar

brama un juicio infinito

más concentrado que el de un cántaro

más implacable que dos gotas



ya acerque el horizonte o nos entregue

la muerte azul de las medusas

nuestras sospechas no lo dejan



el mar escucha como un sordo

es insensible como un dios

y sobrevive a los sobrevivientes



nunca sabré que espero de él

ni que conjuro deja en mis tobillos

pero cuando estos ojos se hartan de baldosas

y esperan entre el llano y las colinas

o en calles que se cierran en más calles

entonces sí me siento náufrago y sólo el mar puede

salvarme...

Mario Benedetti



Feliz jueves.

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